Cuento: El pato presumido.

Campo: Lenguaje y comunicación.

Competencia: Utiliza textos diversos en actividades guiadas o por iniciativa propia, e identifica para que sirven.

El pato presumido.

Una familia de patos vivía al borde de un hermoso lago.

Mientras papá Pato y mamá Pata trabajaban arreglando su casa y buscando su comida, Patito pensaba en divertirse.

Patito era muy presumido y despreciaba a todos los demás animales:

Despreciaba a las mariposas y a los pájaros que volaban porque no sabían nadar como él.

Despreciaba a los peces y a las ranas que nadaban en el lago porque no sabían correr como él.

Despreciaba a las ardillas y a los ratones que corrían por la pradera porque no sabían volar como él.

-Soy el más listo de todos los animales- decía todo orgulloso- porque se correr, nadar y volar.

Una noche, mientras dormían sus padres, Patito hizo su equipaje y se marchó a recorrer el mundo.

Caminaba tranquilamente cuando le adelantan a toda velocidad dos conejos.

-¿A dónde vas tan deprisa?

Los conejos, sin parar de correr, le respondieron:

-Nos persigue un perro que nos quiere cazar.

Patito, asustado, empezó a correr. Los perros también cazan patos. El perro lo estaba alcanzando y Patito recordó que sabía volar, abrió sus alas y se escapó del perro.

Muy cansado y lleno de miedo llegó volando a una montaña donde se paró a descansar.

Se estaba quedando dormido y entonces le despierta el aleteo de una enorme águila, que con sus uñas afiladas y pico abierto intentaba devorarlo. Patito se escapó volando pero el águila volaba mejor que él, y corrió con todas sus fuerzas.

 Ya el horrible pájaro le iba a cazar… cuando el patito vio un lago y de un salto se tiró al agua.

No se había repuesto aun del susto que le había dado el águila cuando ve venir hacia él un gran pez con su enorme boca, que, abierta, pretendía tragárselo.

Nadó con fuerza hasta la orilla de lago y logró alcanzarla, mientras el pez se llevaba las plumas de su rabo en la boca.

Patito avergonzado, volvió a la casa de sus padres, que le esperaban muy preocupados.

-Soy un pato presumido-decía-. El perro me gana a correr, el águila a volar, el pez a nadar.

Desde entonces no volvió a despreciar a ningún animal y jugaba alegre y contento con todos: las mariposas, los pájaros que volaban, los peces y las ranas que nadaban y las ardillas y los ratones que corrían.